Visitar San Juan de Gaztelugatxe

San Juan de Gaztelugatxe, mejor conocido como la fortaleza de piedra en contra del oleaje, es uno de los lugares de la costa vasca que encierra un encanto mágico. Un paraje de ensueño con una ubicación privilegiada que desafía al Mar Cantábrico. Su naturaleza combinada con la historia y tradición, lo hacen un destino ideal. Es por esta razón que hoy te contaremos todo sobre este mágico lugar.

Historia de San Juan de Gaztelugatxe.

Vamos a comenzar por la historia de este maravilloso lugar, ya que la iglesia que observamos en la actualidad no es la original. Y es debido a diversos acontecimientos, como incendios y batallas, la ermita ha tenido que ser reconstruida en varias ocasiones. Se cree que en el siglo IX se construyó la primera para luego ser convertida en un convento en el siglo XII. Pero no solo fue construida con este fin, también tuvo un objetivo defensivo para proteger el poder del señorío de Bizkaia.

En 1334 el rey de Castilla Alfonzo XI, persiguió hasta Gaztelugatxe a Juan Nuñez de Lara, el cual, junto a otros caballeros Bizkainos, resistieron durante un mes los ataques en el peñón.

Por otra parte, sabiendo la inaccesibilidad del islote, golpeado de forma inclemente por las olas del Mar Cantábrico, solo se podría pensar que se esconden grandes tesoros, de hecho en cientos de ocasiones se cometieron asaltos. Se dice que a finales del siglo XVI, el corsario inglés Sir Francis Drake quemó a los herejes y a la ermita, tomando así a Gaztelugatxe e Izaro, lanzando por el acantilado a su ermitaño y robando todo lo que consiguieron allí.

En 1978 la iglesia fue quemada y destruida, lo que llevó a su última reconstrucción en 1983.

Gaztelugatxe, un Biotopo protegido.

En 1998, Gaztelugatxe fue declarado Biotopo protegido debido a su riqueza natural, paisajística y su fragilidad. Con esta declaración se busca proteger los ecosistemas, ya que son espacios reducidos donde está regulado el uso público. El mayor atractivo para los visitantes es la propia iglesia de San Juan, el cabo Matxitxako y el islote de Akatz.

En el fondo marino se encuentran algas como las Laminarias o Saccorhizas, asentadas principalmente en el área rocosa, lo cual lo hace un espacio ideal para que grandes depredadores como la morena, o depredadores más pequeños como los chicharros o lubinas, realicen su alevinaje.

Sus maravillosas aguas, libres de contaminantes y con excelentes niveles de oxígeno favorece a una gran cantidad de especies. En este biotopo protegido está prohibido hacer submarinismo o el marisquero.

Su increíble aspecto se debe a milenios de erosión, que han forjado un paisaje mágico. Sus formaciones geológicas sorprenden a todo el que lo visita. Así mismo, el islote de Akatz es un santuario de aves marinas como el Paiño común, una pequeña ave nocturna sumamente difícil de ver, ya que suelen anidar en sitios aislados, lejos del peligro terrestre. También destacan otras especies como el Cormorán Moñudo, las colonias de Halcón peregrino y las gaviotas patiamarillas.

Por otra parte, su flora presenta poblaciones del acebuche (olea europea, que es el antecesor silvestre del actual olivo, así como las bellas Armerías Euscadiensis propias de la costa vasca.

Los brezales costeros y el encinar cantábrico son refugio para la fauna y ricos en biodiversidad, y ocupan las laderas de la costa del biotopo protegido.

San Juan de Gaztelugatxe, un destino ideal para el turismo.

Además de toda su interesante historia, que atrae a miles de personas de todo el mundo, existen diversas actividades tanto en el islote como en zonas cercanas y aquí te dejaremos algunas de ellas:

• Tocar 3 veces la campana de la ermita: se cree que hacer esto atrae la buena suerte y aleja los malos espíritus, algo que no puedes dejar de hacer si visitas Gaztelugatxe.
• Recorrer el puente de piedra: el mismo cuenta con una escalinata de 241 peldaños, por lo que te recomendamos que vayas con ropa y zapatos cómodos.
• Posar tus pies sobre las huellas de San Juan Bautista: al final de las escaleras de San Juan de Gaztelugatxe se encuentran estas huellas y se cree que atraen la buena suerte.
• Las espectaculares vistas en lo alto: donde encontramos la pintoresca iglesia y la imponente vista hacia el Mar Cantábrico, que ha tallado en la isla túneles, acantilados y arcos increíbles.
• En verano, no podrás resistirte a darte un baño en las pequeñas piscinas que se forman en las piedras al final de las escalinatas.
• En otoño o primavera, es la época ideal si quieres un paseo calmado para disfrutar de todo el misticismo de la isla.
• La ruta en barco por San Juan de Gaztelugatxe te invita a apreciar toda su belleza. Sin duda alguna, es una experiencia que no puedes perderte. El paseo comienza por la localidad pesquera de Bermeo y recorre la costa de Gaztelugatxe, navegando en aguas donde se pelearon grandes batallas, aguas de corsarios y piratas.
• Visitar la playa de Laga, donde podrás encontrar esta playa dunar con uno de los arenales más bonitos de la costa. Aquí puedes realizar actividades como surf, cometas, velas, parapente y piragüismo. Una gran opción para los más arriesgados.
• En la ruta del Flysch, ubicado en el geoparque de la costa vasca, descubrirás los secretos de uno de los santuarios geológicos más grandes del planeta. En sus rocas se pueden ver grandes eventos como la extinción de los dinosaurios. En este recorrido también podrás visitar el casco histórico de Mutriku, declarado conjunto monumental.

Si eres un turista empedernido y disfrutas conocer lugares diferentes, sin lugar a dudas tienes que visitar San Juan de Gaztelugatxe, y puedes hacerlo tanto en transporte público como privado, aunque para el descenso a nivel del mar, debes hacerlo caminando.

Un lugar lleno de una belleza única e imponente. La magia y el misticismo recorren cada rincón del lugar y se quedan en cada una de las personas que lo visitan. Un destino milenario, lleno de historia, una maravilla natural a la que querrás volver una y otra vez.